¿En qué consiste la fecundación in vitro?
Autor: Dr. Claudio Badillo
La fecundación in vitro consiste en 5 fases principales: estimulación de los ovarios, extracción de los óvulos, obtención de los espermatozoides, fecundación de los óvulos y transferencia de los embriones al útero.
En parejas con algún problema de fertilidad, este método de reproducción aumenta las posibilidades de embarazo entre un 60-90%.
Si estás pensando iniciar este tratamiento, debes tener cuenta cómo se realiza todo el proceso. Para ayudarte a entenderlo mejor, en FertilT te explicamos cada una de sus etapas.
Estimulación de los ovarios
La estimulación ovárica es la primera etapa de la fecundación in vitro (FIV). Consiste en la utilización de hormonas inyectables para que el cuerpo de la mujer libere varios óvulos, en lugar de uno solo como ocurre habitualmente.
En esta fase, los tratamientos hormonales más empleados son la hormona estimulante del folículo (FSH), gonadotropina coriónica humana (GnRH) y la hormona luteinizante (LH).
Igualmente, puede que tu especialista indique otros medicamentos que regulen tu ciclo ovulatorio para que varios folículos maduren al mismo tiempo y se obtengan más ovocitos.
En algunos casos, se realiza fecundación in vitro sin estimulación ovárica aunque no se usa con frecuencia porque es poco efectiva para lograr el embarazo. A esta variante se le conoce como FIV de ciclo natural.
Extracción de los óvulos
Como la fertilización in vitro tiene lugar en un laboratorio, es necesario extraer los óvulos del cuerpo femenino para luego fecundarlos. Por eso, hay que obtener los ovocitos antes de que el folículo los expulse como sucede normalmente en cada ciclo.
Este procedimiento, conocido como aspiración folicular, se realiza bajo sedación entre las 34 y 36 horas después de la última inyección de hormonas. El especialista aspirará los óvulos de tus folículos mediante un dispositivo que introduce por la vagina o el abdomen con la guía de un ultrasonido.
Esta técnica es bastante sencilla y dura alrededor de 20 minutos, luego debes guardar reposo. Es posible que al concluir el procedimiento sientas algunas molestias leves como calambres en el abdomen y dolor ligero que desaparece con los analgésicos.
Obtención de los espermatozoides
La obtención de los espermatozoides es otra etapa clave para entender en qué consiste la fecundación in vitro. Puede utilizarse esperma de un donante o el de tu pareja. En este último caso, la muestra seminal se recoge mediante la masturbación.
En algunas ocasiones es necesario recurrir a procedimientos quirúrgicos sencillos para aspirar el semen directamente de los testículos. Luego, en el laboratorio, los especialistas separan las células reproductoras del líquido seminal.
Este proceso se realiza el mismo día que se aspiran los ovocitos para preservar ambas muestras en un medio de laboratorio adecuado. Posteriormente, los expertos las examinan y eligen las células con mejores características para la fertilización.
Fecundación de los óvulos
Una vez que ya se tienen las células reproductoras de mayor calidad del hombre y la mujer, los especialistas proceden a realizar la fecundación del óvulo. Existen dos métodos para lograrlo: la inseminación convencional y la inyección intracitoplasmática.
En la inseminación convencional se colocan los óvulos y los espermatozoides en una placa de laboratorio y se almacenan en condiciones óptimas durante la noche para facilitar la fecundación.
Por otro lado, en la inyección intracitoplasmática, un especialista inyecta un espermatozoide saludable directamente en cada óvulo.
La inyección intracitoplasmática se reserva para parejas con varios fallos en la fecundación. Además, es la modalidad preferida cuando hay problemas en la calidad y cantidad del semen.
Después de la fecundación, los embriones se incuban para crecer. En este momento se pueden hacer exámenes genéticos para descartar enfermedades de este tipo.
Transferencia de embriones al útero
La última etapa de la fecundación in vitro consiste en transferir los embriones más saludables hasta el útero de la mujer. Este procedimiento ocurre en el período de 2 a 5 días posteriores a la obtención de los óvulos.
Es muy probable que el médico te administre un sedante. Luego introduce un dispositivo largo (catéter) por la vagina hasta llegar al útero. En la punta del catéter hay una jeringa que contiene los embriones suspendidos en un líquido.
El médico coloca los embriones en tu útero para que se implanten en él. Una vez que culmina la transferencia, es recomendable que guardes reposo. Si todo va bien, el embrión se implanta en los 6 a 10 días posteriores a la recolección de los ovocitos.
Si bien esta es la última fase de la fecundación in vitro, antes de realizarla es necesario que la capa más interna del útero, conocida como endometrio, esté lista para la transferencia de los embriones.
Esto es indispensable porque el endometrio contribuye a la formación de la placenta, que es la estructura que facilita la nutrición y protección del bebé hasta el final de la gestación.
Por tanto, si el endometrio no tiene las condiciones óptimas, la implantación falla y el embarazo no ocurre. Para evitar que esto suceda, el especialista puede indicar dos tipos fundamentales de preparación endometrial:
- De ciclo natural: es cuando se aprovecha el engrosamiento (crecimiento) del endometrio que ocurre normalmente como parte del ciclo menstrual. Generalmente, no se usan medicamentos y en caso de hacerlo, las dosis empleadas son pequeñas.
- De ciclo sustituido: para este tipo de preparación se utilizan medicamentos hormonales (estrógenos y progesterona) que garantizan el crecimiento endometrial ideal para que los embriones puedan implantarse correctamente. Estos medicamentos pueden administrarse en forma de parches, tabletas o inyecciones.
Para saber si todo está funcionando de la manera esperada, el especialista evalúa el crecimiento endometrial mediante ultrasonidos e indica estudios de sangre para medir el nivel de las hormonas.
Una vez que se determina que el útero está listo, se planifica el día para realizar la transferencia de los embriones.
La fecundación in vitro es un proceso exitoso
Las técnicas de fertilidad asistida son una opción de gran utilidad para las personas que presentan dificultades para tener hijos.
Entre todas las modalidades de reproducción asistida que existen, la fecundación in vitro es la más eficaz. Consiste en un riguroso proceso de 5 etapas dirigido por especialistas para hacer posible tu sueño de tener bebés.
¿Aún no logras el embarazo? En FertilT somos expertos en reproducción asistida, podemos ayudarte