¿Qué riesgos tiene una mujer embarazada con diabetes?
Autor: Dr. Claudio Badillo
Una mujer embarazada con diabetes tiene riesgos de aborto espontáneo, preeclampsia, problemas renales, visuales, parto pretérmino y cesárea, solo por mencionar los más importantes, ya que pueden existir otros según cada caso específico.
Y es que la gestante con diabetes, al igual que la embarazada con diabetes gestacional, presenta niveles elevados de azúcar en sangre que la predisponen a tener un embarazo más complicado que las mujeres sanas.
Pero, si la embarazada diabética recibe atención médica especializada desde las primeras semanas de la concepción, dichos riesgos disminuyen y se puede lograr una gestación y un parto satisfactorio para ella y su bebé.
¿Cuáles son los posibles riesgos y consideraciones asociadas si una mujer con diabetes queda embarazada?
Si una mujer diabética se embaraza, su estado de salud se vuelve más delicado. Ten en cuenta que, una mujer embarazada con diabetes tiene los riesgos propios de la diabetes más los riesgos de un embarazo con niveles elevados de azúcar en sangre.
Comúnmente, una mujer con diabetes tiene mayores probabilidades de sufrir problemas de presión sanguínea, afecciones renales y trastornos visuales, que una mujer saludable.
Esto ocurre porque los niveles elevados de azúcar en sangre pueden afectar diferentes órganos de su cuerpo.
Es por ello que, el embarazo de una mujer con diabetes debe ser monitoreado constantemente por un especialista para disminuir los riesgos de:
Preeclampsia o presión arterial elevada
La preeclampsia es una de las condiciones de riesgo que aparece con mayor frecuencia en la embarazada con diabetes.
Consiste en tener elevada la presión sanguínea, una condición que afecta la salud materna y fetal. Además, la preeclampsia también es un factor de riesgo para que la gestante desarrolle infarto cardíaco y hemorragias en el cerebro.
Por eso, es tan importante mantener controlada la presión sanguínea con el tratamiento adecuado.
Problemas renales
Los problemas renales que puede presentar una gestante diabética dependen fundamentalmente del estado que tenían sus riñones antes de quedar embarazada.
En este sentido, las diabéticas con función renal normal antes de embarazarse tienen poco riesgo de problemas renales durante la gestación.
En el caso de las embarazadas que tienen una nefropatía leve, pero esta se encuentra controlada, tampoco tienen un deterioro significativo de su función renal.
Los riesgos mayores se presentan en las embarazadas que ya tenían una nefropatía moderada antes de la gestación, ya que en estos casos la función renal puede deteriorarse bastante e incluso, puede que no se recupere aún después del parto.
Cesárea
Por lo general, los bebés de madres con diabetes crecen mucho y llegan a tener un peso superior a los 2.5 kilos, incluso pueden alcanzar los 4 kilos.
Esto trae como consecuencia que el tamaño del canal vaginal de la mujer sea insuficiente para dar a luz por parto natural.
En estos casos, la cesárea es la opción más adecuada para que el bebé nazca, pero como cualquier cirugía también tiene sus riesgos.
Aborto espontáneo
Aunque el aborto espontáneo es una condición que puede aparecer en cualquier gestante, las mujeres que tienen niveles de azúcar elevados en sangre pueden perder el bebé con mayor frecuencia que las sanas.
Por eso es tan importante mantener un control estricto de la alimentación y medir la glucosa sanguínea periódicamente para evitar esta complicación.
Cetoacidosis diabética
La cetoacidosis es una complicación grave que puede ocurrir fundamentalmente en personas con diabetes tipo 1. Cuando este cuadro se presenta en la embarazada, es doblemente grave, ya que también puede afectar al bebé.
Esta condición ocurre cuando los niveles de glucosa en sangre se elevan mucho, a tal punto que el cuerpo empieza a producir unas sustancias llamadas cuerpos cetónicos, que pueden afectar el cerebro y producir coma.
Por ello, la cetoacidosis diabética es grave y requiere ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos para administrar insulina y otras medidas de urgencia.
Afortunadamente, este problema se puede evitar mediante una dieta adecuada y usando las dosis de insulina correctas, recomendadas por tu especialista.
Problemas visuales
La elevación de la glucosa en sangre producida por la diabetes también es un factor de riesgo para desarrollar problemas visuales como glaucoma, retinopatía y desprendimiento de retina.
Generalmente, la mujer diabética embarazada presenta descontroles frecuentes del azúcar en sangre, debido a las hormonas que están circulando en su cuerpo. Por tanto, durante la gestación tiene un riesgo mayor de presentar problemas visuales.
¿Cuáles son los posibles riesgos para el bebé cuando la madre embarazada tiene diabetes?
El bebé de una embarazada con diabetes tiene riesgos de malformaciones cuando está creciendo en el útero y, después de haber nacido, puede presentar problemas en su desarrollo.
De manera general, los riesgos más importantes para el hijo de una mujer diabética incluyen:
Nacimiento antes de tiempo o prematuro
El parto prematuro es cuando el bebé nace antes de haberse completado las 37 semanas de gestación.
En la diabetes esta complicación se presenta de manera más frecuente que en las mujeres embarazadas sanas.
El nacimiento antes de tiempo es muy riesgoso para el bebé porque sus pulmones y todos sus órganos todavía no están suficientemente desarrollados para funcionar fuera del vientre materno.
Muchas veces, si el nacimiento es inevitable, se indican inyecciones de esteroides a la embarazada. Este tratamiento se hace con el objetivo de que los pulmones del feto maduren rápidamente, para que el bebé recién nacido pueda respirar adecuadamente.
Bebé muy grande o macrosomía
Los hijos de madres diabéticas reciben una alimentación mayor de la que necesitan porque la sangre de la mujer con diabetes tiene niveles de glucosa muy altos.
Esta glucosa funciona como alimento y al pasar a la sangre del bebé, hace que este crezca casi el doble de lo que debería, dando lugar a una condición que se conoce como macrosomía o feto muy grande.
Defectos de nacimiento
Los fetos que crecen expuestos a niveles de glucosa elevados tienen mayores riesgos de presentar malformaciones congénitas, fundamentalmente en el cerebro y corazón.
Es por eso que los doctores insisten tanto en realizar los tratamientos al pie de la letra y acudir a cada consulta para lograr niveles de glucosa en sangre adecuados en la gestante y así, prevenir estas complicaciones en el bebé.
Problemas respiratorios
Como mencionamos anteriormente los niños que nacen antes de las 37 semanas pueden tener problemas respiratorios, ya que sus pulmones no están listos para respirar, aún están “inmaduros”.
Esto se debe a que existe poca cantidad de surfactante pulmonar, una sustancia que se produce en el bebé, que hace que sus pulmones funcionen adecuadamente.
Los bebés prematuros al no disponer de surfactante pulmonar en cantidades suficientes presentan dificultades para respirar por sí solos, por lo que tienen mayor riesgo de ingresar a cuidados intensivos para sobrevivir.
A esta alteración respiratoria también se le conoce como Enfermedad de la membrana hialina y es un problema común en niños prematuros.
Alteraciones en el comportamiento y aprendizaje durante la infancia
Una mujer embarazada con diabetes también tiene riesgos de que su hijo desarrolle dificultades para aprender y alteraciones del comportamiento, fundamentalmente si durante la gestación no tuvo un tratamiento médico adecuado.
Estudios realizados demuestran que los hijos de mujeres con diabetes descontrolada durante el embarazo tienen un riesgo mayor de sufrir trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y trastornos del espectro autista.
Nivel de azúcar muy bajo al nacer (hipoglucemia)
La hipoglucemia al nacimiento es otro de los riesgos que puede tener el hijo de una madre diabética.
Es por ello que inmediatamente después del parto, el bebé se alimenta para prevenir que su azúcar en sangre disminuya y aparezcan complicaciones mayores por esta causa.
Piel amarillenta o ictericia después del nacimiento
Normalmente, algunos días después de nacer, los bebés presentan una coloración amarillenta en la piel que se conoce como íctero o ictericia normal (fisiológica).
En los hijos de madres con diabetes dicha ictericia puede ser más intensa, por lo que se deben realizar exámenes de sangre para descartar una condición conocida como hiperbilirrubinemia, que es más seria y requiere tratamiento rápido.
Obesidad infantil
Por otro lado, los niños de mujeres diabéticas también tienen altas probabilidades de ser obesos.
Ten en cuenta este riesgo para alimentar a tu hijo adecuadamente desde pequeño y así prevenir el sobrepeso infantil.
¿Cómo puedes disminuir los riesgos de la diabetes durante tu embarazo?
Para disminuir los riesgos de la diabetes durante el embarazo debes llevar una vida lo más sana posible y acudir a todas tus consultas y exámenes médicos.
Ten en cuenta que si se logra un control adecuado de tu glucosa en sangre, tu embarazo tiene altas probabilidades de transcurrir muy similar al de una mujer sana.
Para ello, tu doctor te indicará una serie de medidas entre las cuales destacan:
Monitoreo de la glucosa
El especialista te solicitará exámenes de sangre de manera frecuente para conocer los valores de tu azúcar en sangre.
Este paso es clave para controlar la diabetes y reajustar la dieta si fuera necesario.
Generalmente, se indica un monitoreo diario del azúcar en sangre, conocido como perfil glucémico, para identificar los horarios en los cuales la glucosa tiende a aumentar más.
Los resultados de estos exámenes permiten hacer modificaciones en la dieta para que te alimentes adecuadamente y mantener controlada tu glucosa en sangre.
Dieta equilibrada
Una alimentación equilibrada es esencial para controlar los niveles de azúcar en sangre. Por ello, las embarazadas con diabetes generalmente son evaluadas por un nutricionista o dietista.
Este especialista se encarga de desarrollar una dieta para controlar la ingesta de carbohidratos, que son los alimentos que más elevan la glucosa en sangre, y así asegurar una nutrición adecuada tanto para la madre como para el bebé.
Una alimentación adecuada es una de las medidas más importantes para el control de la diabetes, ya que permite distribuir las comidas a lo largo del día para evitar picos o elevaciones bruscas de la glucosa en tu cuerpo.
Actividad física moderada
El ejercicio físico contribuye a mantener niveles saludables de azúcar en la sangre. Para las gestantes con diabetes se recomiendan caminatas cortas, siempre previa consulta con el médico.
La actividad física disminuye el sedentarismo, ayuda a controlar el peso de la embarazada y mejora la sensibilidad a la insulina, que es una hormona clave en el control del azúcar en sangre.
Supervisión médica continua
Las mujeres con diabetes deben tener un seguimiento médico periódico, el cual puede incluir visitas frecuentes al obstetra, endocrinólogo y otros especialistas según sea necesario.
Durante las consultas, el doctor evalúa el estado de salud de la embarazada, lo que le permite ajustar el plan de tratamiento según sea necesario y abordar cualquier problema de manera oportuna.
Monitoreo Fetal
Las pruebas de monitoreo fetal son esenciales para evaluar la salud del bebé que crece en el vientre materno.
La evaluación del feto puede incluir cardiotocografía (CTG), que es el examen que permite conocer cómo está latiendo el corazón del bebé, ultrasonidos y perfiles biofísicos para detectar cualquier problema y tomar medidas preventivas si fuera necesario.
Apoyo psicológico
El estrés puede elevar los niveles de azúcar en la sangre. Por tanto, la embarazada con diabetes debe tratar de relajarse, escuchar música, leer un libro o hacer lo que más le gusta con el objetivo de mantenerse estable desde el punto de vista emocional.
En caso necesario se debe buscar apoyo psicológico para reducir el estrés al mínimo y de esta manera favorecer un estado de salud adecuado para la gestación.
Estilo de vida saludable
Adoptar un estilo de vida saludable puede contribuir significativamente a reducir los riesgos de la diabetes durante el embarazo.
Es importante que evites el tabaco y el consumo de alcohol, ya que estas sustancias resultan potencialmente dañinas para tu bebé.
Además, es clave que mantengas una rutina de descanso adecuada, con 8 horas de sueño diarias para favorecer un buen estado de ánimo y un crecimiento adecuado del feto.
Planificación del parto
Debido a los riesgos que implica la diabetes, los especialistas generalmente planifican el parto de manera anticipada.
Para la embarazada, discutir las opciones de parto con el equipo médico y comprender las posibles opciones para dar a luz, le ofrece más tranquilidad tanto a ella como a su familia.
Si el feto es grande, muchos médicos sugieren la cesárea o la inducción del trabajo de parto entre las 37 y 40 semanas de gestación, en lugar de esperar que el trabajo de parto inicie de manera natural.
Educación Continua
La educación continua sobre la diabetes es una medida fundamental para crear conciencia del problema de salud tanto en la futura madre como en toda la familia.
Las mujeres diabéticas deben comprender en qué consiste esta condición, cómo afecta el embarazo y qué medidas hay que tomar para controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Si tienes alguna duda sobre los riesgos que tiene una mujer embarazada con diabetes, consúltala con tu especialista. Es la persona indicada para ofrecerte la mejor información sobre el tema y tu caso en particular.
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Sigue las indicaciones de tu médico para disminuir los riesgos que la diabetes puede ocasionar en el embarazo
Tener niveles de glucosa elevados en sangre puede traer consecuencias negativas tanto para ti como para el bebé que crece en tu útero.
Por eso, es tan importante recibir atención médica oportuna para disminuir los riesgos de la diabetes y hacer del embarazo un momento feliz para todos.
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