Cada vez es más común la búsqueda de la maternidad por mujeres solas y de mujeres con pareja del mismo sexo.
En épocas pasadas esta situación podía acarrear problemas personales, legales e incluso de salud. Hoy en día, a través de técnicas de reproducción asistida para mujeres sin pareja masculina, pueden solventarse este tipo de inconvenientes.
A través de la medicina reproductiva podemos ofrecer diferentes soluciones a quienes deciden optar por la maternidad en estas circunstancias. Dentro de estas opciones se encuentran:
Inseminación con semen de un donante: a través de un estudio previo se evalúa si la reserva ovárica es normal, si es así, se selecciona las características del donante y se inicia un tratamiento hormonal de inducción a la ovulación y en el momento seleccionado se realiza la inseminación.
Fecundación in vitro FIV con óvulos propios: dependiendo de las características de la paciente se realiza un proceso personalizado con estimulaciones suaves y dosis enfocadas a obtener ovocitos de mejor calidad y poder transferir un único embrión. Se monitorea y se programa la punción folicular. Una vez realizada, se fecundan los ovocitos y regularmente tras 5 días el embrión es implantado en el útero femenino.
Intercambio de óvulos (método ROPA): Este método va mayormente enfocado a parejas de mujeres, en esta técnica de reproducción, una es estimulada y la otra gesta los embriones, siendo por un lado la madre genética y por otra, la madre biológica.
Embrioadopción: Mediante este método, se recurren a embriones donados por otras parejas que ya lograron el embarazo. Por una parte es útil ya que el costo económico del tratamiento de reproducción es mucho menor. Por otra parte, también es útil para aquellas mujeres en las cuales la calidad de los ovocitos no es adecuada.
Ovodonación: en este tratamiento, se sincronizan a la donante y a la receptora y se ajustan acorde a las características personales de ambas. Una vez que se obtiene el óvulo de la donante, se fertiliza y se implanta en la mujer receptora.
La diferencia básica entre la inseminación artificial y la fertilización in vitro consiste en que en la inseminación, la fecundación del óvulo ocurre dentro de la mujer. En cambio, en la fertilización in vitro, la fertilización ocurre fuera del cuerpo de la mujer en un ambiente controlado y posteriormente se implanta el embrión.
Ambos tratamientos son recomendados en situaciones y pacientes con características específicas.
En este caso,
Método ROPA: con esta técnica se fertiliza el óvulo de uno de los miembros de la pareja, se fertiliza y se implanta en la otra mujer. De tal forma, una mujer es la mamá biológica y otra la mamá genética.
Fertilización in vitro aplicado a un miembro de la pareja: este método puede ser aplicado en caso de que para alguna de las mujeres, el método anterior no sea factible. En esta circunstancia, puede llevarse a cabo una fertilización in vitro con semen de un donante.
Si, aunque la probabilidad disminuye notablemente a partir de los 35 años.
Existen algunos tratamientos que pueden ser útiles en determinados casos:
La infertilidad se divide en primaria y secundaria. La infertilidad primaria consiste en la imposibilidad para lograr el embarazo.
La secundaria se da cuando ya se ha logrado tener un bebé pero no se logra nuevamente el embarazo. También ocurre cuando se logra el embarazo pero existen abortos recurrentes.
Causas de la infertilidad en la mujer:
Causas de la infertilidad en el hombre: