Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI): Síntomas y Tratamiento

Autor: Dr. Claudio Badillo

Mujer sufriendo síntomas de enfermedad pélvica inflamatoria o EPI

La enfermedad pélvica inflamatoria causa molestias en tu cuerpo y su diagnóstico puede hacerte sentir ansiosa, ya que esta condición comúnmente se asocia con infertilidad femenina.

Pero no te asustes, lo importante es que busques ayuda especializada ante cualquiera de sus síntomas.

Lo ideal es que puedas iniciar el tratamiento adecuado lo antes posible, ya que así podrás sentirte mejor y evitar complicaciones que comprometan tu capacidad para tener bebés.

¿Qué es la enfermedad inflamatoria pélvica o EPI?

Es una inflamación que puede afectar las trompas de Falopio, el útero o los ovarios de la mujer y que generalmente aparece como resultado de una infección de transmisión sexual (ETS).

La EPI es una condición frecuente en las mujeres jóvenes y de no tratarse correctamente puede ocasionar infertilidad y otros problemas importantes para la salud.

Causas de la EIP

La enfermedad pélvica inflamatoria comúnmente es causada por enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la infección por clamidia y gonorrea.

En estos casos, los gérmenes entran al cuerpo femenino a través de la vagina, se desplazan hasta los órganos reproductores superiores (útero, trompas de Falopio y ovarios) y los infectan.

Pero, es importante aclarar que la EPI también puede ocurrir sin que tengas una ETS, ya que las bacterias de la vagina (las que normalmente viven ahí) pueden trasladarse hasta tus órganos sexuales internos y causar una infección pélvica.

También debes saber que existen varios factores de riesgo o condiciones que pueden aumentar las posibilidades de tener una EPI. Algunos de los más importantes incluyen:

  • Cambio frecuente de parejas sexuales y falta de protección durante el coito.
  • Edad igual o menor de 25 años.
  • Aseo con duchas vaginales.
  • Uso de anticonceptivo tipo dispositivo intrauterino (DIU).
  • Antecedentes de infección de transmisión sexual sin recibir tratamiento adecuado.
  • Utilización de tampones vaginales durante la menstruación.
  • Aborto séptico (el bebé muere en el vientre y se produce una infección en la matriz).
  • Procedimientos como legrados y biopsias, para los cuales se manipulan mucho los genitales y se usan instrumentos.
  • Historial de un absceso roto, ya que la infección puede expandirse hasta los órganos reproductores.

Todas las condiciones mencionadas pueden aumentar el riesgo de sufrir una EPI y algunas de ellas son prevenibles. Es decir, puedes evitarlas con un cambio de estilo de vida, pero sobre eso hablaremos más adelante.

Síntomas de la enfermedad pélvica inflamatoria

Listado de tratamientos y síntomas para la enfermedad pélvica inflamatoria

Por lo general, la enfermedad pélvica inflamatoria produce varios signos y síntomas que te ayudan a darte cuenta de que hay algo mal en tu cuerpo. Estos son:

  • Dolor pélvico (en la parte baja del abdomen y a nivel de las caderas) que suele aumentar durante las relaciones sexuales.
  • Secreciones vaginales anormales, es decir, en una cantidad mayor a la habitual, de colores amarillo o verdoso y con mal olor.
  • Sangrado durante el coito.
  • Sensación de ardor cuando orinas.
  • Sangrado fuera de tu fecha de menstruación.
  • Reglas abundantes y dolorosas.
  • Incomodidad y dolor generalizado.
  • Escalofríos.
  • Cansancio.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Fiebre.

Es muy importante que acudas a tu doctor en caso de presentar cualquiera de los síntomas mencionados, para que te examine e indique exámenes.

También es necesario aclarar que hay casos de mujeres con enfermedad pélvica inflamatoria que no tienen síntomas, por lo que la infección pasa desapercibida para ellas. Esto ocurre fundamentalmente cuando la EPI es causada por la bacteria clamidia.

Tipos de EPI

La enfermedad pélvica inflamatoria puede afectar a uno o varios de tus órganos sexuales, por lo que existen diferentes tipos de EPI:

  • Cervicitis: cuando la infección se localiza en el cuello uterino, que es la parte del útero que se comunica con la vagina.
  • Salpingitis: en este caso el proceso infeccioso se localiza en una o ambas trompas de Falopio.
  • Ooforitis: los ovarios son los órganos afectados en este tipo de EPI.
  • Endometritis: ocurre cuando la capa interna que recubre el útero se inflama.
  • Miometritis: es la inflamación de los músculos que forman el útero y generalmente se asocia con la endometritis, ya que ambos tejidos están muy cercanos.
  • Parametritis: se hinchan los músculos, ligamentos y otras estructuras que unen el útero a la pelvis de la mujer.

Además, pueden darse casos en los que se combinen dos o más tipos de enfermedad pélvica inflamatoria. Por ejemplo: una ooforitis con una salpingitis, ya que las trompas de Falopio y los ovarios están estrechamente relacionados.

Tratamiento de la enfermedad pélvica inflamatoria

El tratamiento está dirigido a eliminar las bacterias y a aliviar los síntomas de la enfermedad inflamatoria. Por lo que una vez obtenidos los resultados de las pruebas y hecho el diagnóstico de la inflamación pélvica, es muy probable que tu doctor te indique:

  • Analgésicos para disminuir el dolor: entre los medicamentos más usados están el ibuprofeno, naproxeno, acetaminofén y el metamizol sódico.
  • Antibióticos: el médico elegirá la opción adecuada según el tipo de bacteria que esté causando la enfermedad. Comúnmente se usan doxiciclina, amoxicilina, cefotetán, metronidazol, cefalexina o una combinación de varios antibióticos.
  • Reposo sexual: es importante que evites el coito hasta siete días después de haber terminado el tratamiento.
  • Cirugía: el tratamiento quirúrgico solo se usa en algunos casos para eliminar el pus del órgano afectado o para tratar algunas complicaciones de la EPI como el absceso tubo-ovárico (una acumulación de pus) y el embarazo ectópico.

Complicaciones de la enfermedad pélvica inflamatoria

La enfermedad pélvica inflamatoria es una condición de salud delicada, ya que puede traer varias complicaciones para la mujer que la presenta. Algunas de las más importantes incluyen:

  • Absceso tubo-ovárico: se acumula pus dentro de la trompa de Falopio y el ovario afectado.
  • Dolor agudo e intenso: en algunos casos es tan fuerte que puede confundirse con una apendicitis.
  • Embarazo ectópico:  el embrión se implanta en el interior de la trompa de Falopio en lugar de hacerlo en el útero. Al crecer rompe la trompa y se produce una hemorragia interna en la mujer.
  • Hidrosálpinx: acumulación anormal de líquido en el interior de las trompas de Falopio.
  • Infertilidad: muchas mujeres con antecedentes de enfermedad inflamatoria pélvica tienen dificultades para quedar embarazadas.
  • Dolor pélvico crónico: es una de las complicaciones a largo plazo que más afectan a las mujeres con EIP.
  • Peritonitis: es una infección abdominal grave que puede aparecer como resultado de una EPI y que de no tratarse con rapidez puede ocasionar la muerte.
  • Adherencias: se forman bandas de tejido de cicatrización que unen estructuras dentro de la cavidad pélvica, lo que produce dolor y otras complicaciones.

Es importante que sepas que se puede reducir el riesgo de complicaciones con un diagnóstico oportuno y un tratamiento temprano.

Prevención de las EPI

La EPI se puede evitar en algunos casos, sobre todo en los que la enfermedad se origina por infecciones de transmisión sexual o estilo de vida inadecuados.

Por lo que si estás interesada en prevenir la enfermedad inflamatoria pélvica, te sugerimos:

  • Usar condón o preservativo durante las relaciones sexuales y evitar cambios de pareja frecuentemente.
  • Acudir a consulta en caso de presentar secreciones vaginales anormales, picazón u otra molestia en los genitales.
  • Preguntar a tu doctor qué métodos anticonceptivos son más seguros para ti y en la medida de lo posible evitar el uso de los DIUs.
  • Evitar las duchas vaginales, ya que estas cambian la flora normal de bacterias que viven en tu vagina y favorecen la aparición de una EPI.
  • Realizarte pruebas para detectar infecciones de transmisión sexual en caso de haber tenido relaciones íntimas sin protección.
  • Hacer el tratamiento correctamente en caso de presentar una ETS.

Estas son algunas de las medidas que puedes tener en cuenta para prevenir la enfermedad pélvica inflamatoria. Si tienes dudas o preguntas, no dudes en consultarlas con tu doctor.

¿Puedes quedar embarazada después de una enfermedad pélvica inflamatoria?

Sí, puedes quedar embarazada, aunque puede que demores más de lo común o no lo consigas por vía natural. Si notas que no lo logras después de 1 año de relaciones sexuales frecuentes sin anticonceptivos, lo ideal es que consultes a un especialista de fertilidad.

Existen varios tratamientos de reproducción asistida que pueden ayudarte a convertirte en madre aunque hayas tenido una EPI.

La enfermedad inflamatoria pélvica puede causar infertilidad pero no es un impedimento para tener hijos

Los estudios indican que 1 de cada 8 mujeres que sufren enfermedad inflamatoria pélvica quedan con problemas de fertilidad. La buena noticia es que los avances actuales en reproducción asistida hacen posible el sueño de la maternidad, incluso para mujeres con antecedentes de EIP.

Si estás preocupada porque tuviste una enfermedad pélvica inflamatoria y no quedas embarazada, en FertilT podemos ayudarte. Agenda una cita con nosotros y evaluemos tu caso.

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